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"DENTRO DE CADA NIÑO EXISTE UN FUERTE IMPULSO INTERIOR PARA DESARROLLAR LA
INTEGRACIÓN SENSORIAL"
Jane Ayres

En esta segunda etapa de desarrollo (de 3 a 6 años) su mundo ha crecido. Ellos son más grande y sus capacidades para relacionarse con el también son más eficientes. Por tanto, son más accesibles a un mayor número de nuevas sensaciones. Además de los cinco sentidos que conocemos, nuestro cerebro tiene más habilidades para interpretar el mundo. Según Rudolf Steiner tenemos hasta 12 sentidos entre los que están, además de los conocidos (vista, olfato, gusto, oído y tacto) exite el sentido vestibular o del equilibrio, el sentido vital o del bienestar, el sentido del  movimiento propio (o propioceptivo), el sentido térmico, el del lenguaje, el sentido del yo ajeno (o de la percepción del otro), y el sentido del pensamiento ajeno.

equilibrio
Jugando en la arena

Algunos de estos sentidos tienen más que ver con el plano físico y otros con el plano congnitivo, pero unos están relacionados con los otros. De manera que aquellas dificultades que aparezcan a nivel físico tendrán una consecuencia y una respuesta en el plano cognitivo. Por ejemplo, 

Como dice textualmente Jane Ayres "Si en los primeros siete años de vida los procesos sensoriomotores están bien organizados, al niño le resultará más fácil aprender habilidades mentales y sociales posteriormente". Es decir, todo lo que vivan (y no vivan) en esta primera infancia tendrá repercusiones en las fases posteriores incluyendo adolescnecia y vida adulta. 

Cuanto más y mejor conozca las sensaciones que recibe, mejor podrá organizarlas su cerebro. Y cuanto mejor las organice, mejor será su adaptación a ellas. Los niños y niñas disfrutan de manera natural cuando juegan a explorar y conocer su propio cuerpo y su entorno. El papel del adulto por tanto, es aquel que permite que eso ocurra, y crea y busca aquellos entornos en los que el niño tiene acceso (de forma segura) a una gran variedad de estímulos que hacen reaccionar sus sentidos. LLevarlo a diferentes y diversos entornos naturales y darles libertad para que exploren y se muevan libremente son los ingredientes necesarios. Así podrán saltar de roca en roca, subirse a un árbol, dejarse mover por una ola flotando en el mar, escapar de una avispa, alcanzar una hoja y un largo etcétera casi infinito de posibilidades que harán que ese cerebro se organice, para que todo el cuerpo responda al unísono y por tanto, su habilidad de adaptación al medio será mayor. 

Saltar en los charcos
Niños que soplan burbujas

Además de los entornos naturales que como dije, parecen diseñados para que los niños aprendan y se desarrollen de forma sana, también hay un número infinito de posibilidades que se pueden hacer en entornos cerrados. Digo infinito porque depende de la imaginación y creatividad de las personas adultas que los diseñen. Estos materiales pueden comprarse o mejor aún, construirse con la ayuda de los niños de la casa, o de la escuela. Las bandejas, cuencos, cucharas, piedras, ramas, conchas, botones, arena, agua... son materiales básicos a partir de los cuales podemos comenzar a sumergirnos en el mundo del material sensorial. Pero el material no debe presentarse de cualquier manera. Sino que debe invitar a ser utilizado. Para ello el lugar escogido debe ser aquel que sea seguro, que esté limpio, ordenado y se aprecie belleza. Para ello, utilizaremos uno o dos colores, a poder ser respetando la naturaleza del material y decorar esa presentación con objetos hermosos como velas, o un jarrón con algunas flores.

A continuación propongo unas listas sobre diferentes actividades y materiales sensoriales

RUTINAS

A lo largo del día nos encontramos con varias actividades sensoriales: desayunar, preparar merienda, comer, jugar, bañarse... Estas deben ser aprovechadas al máximo como tal, es decir, mientras comen, deberían poder percibir el aroma, sabor, textura, temperatura... de lo que comen. Si, por ejemplo, les damos el móvil para que ven un vídeo mientras, estaremos bloqueando el aprendizaje de todos los sentidos que nos aporta la actividad de comer.

BANDEJAS Y CESTOS

En ellas podemos colocar material natural (arena, agua, semillas...) así como materiales cotidianos (tapones, botones, corchos...). La luz la podemos trabajar con linternas y objetos transparentes.

VARIAS PEDAGOGÍAS NOS OFRECEN DIVERSIDAD DE MATERIAL SENSORIAL

Cada vez es más fácil adquirir materiales sensoriales en el caso de que no lo quieras o no sepas construirlos. Montessori y Reggio Emilia nos ofrecen gran variedad de ideas para que nuestro niños trabajen su parte sensorial. En cualquier caso, no basta con comprar el material y punto. Cada uno de ellos debe presentarse de una manera muy concreta. Requiere formación al respecto ya que es la presentación la que le aporta el sentido a todo el material: En esta lista aparecen solo seis ejemplos: setas arcoiris de madera Waldorf, arcoiris Waldorf, tela de seda Waldorf, torre rosa Montessori, barras rojas Montessori, cilindros con botón Montessori, mesa de luz Reggio Emilia, tubos led y Ecoblocks Reggio Emilia, y nins, arandelas y discos de madera.

Dejo algunos enlaces de páginas donde puedes adquirir estos materiales y muchos más.

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